Yo soy mi propio Señor. Misterio que conozco aunque como hermoso hombre y humano no percibo en más que Paz. Todo quien a mí se acerca ha sido permitido, aprobado y concertado por Este y Aquel viento de mi silencio. Soy propio de mí mismo Soy hombre abierto a su misterio largo. Mi dimensión humana es tan profunda que no sé dónde tiene final para que tenga alguno en absoluto. No sé si ser humano sea distinto a ser un campo de estrellas lejanas desde el siguiente sol más cercano. Creo, porque esto siento, creo que ser humano es estar en la punta del iceberg. Respirar y ser montaña de tierra de fuego de hielo de cristal de viento de carne de hueso de sangre de lluvia cósmica y meteórica. Ser humano es localizarse y focalizarse en un punto tras y/o delante el cual sigue una línea que atraviesa toda forma de dimensión y realidad hasta el silencio absoluto.
Desde este silencio orquestal comando mi realidad de Hombre Lunar en la propagación o armonización de la eterna oscuridad del interno sol que toda sensación de experiencia externa ilumina.
Soy un Hombre y mi voz es un canto.
Hugo del Jardín.
